jueves, 27 de abril de 2017

Familia y escuela, necesitamos compartir, no competir.


En ocasiones somos testigos de conflictos entre la Escuela, a través de sus docentes y equipos directivos, y las Familias. Lo excelente sería que Escuela y Familia fueran de la mano, entendiéndose y colaborando para conseguir una educación integral de los niños y las niñas.
La Escuela tiene la responsabilidad de desarrollar habilidades que le permitan tener más comunicación con las familias, diálogos para solucionar cualquier problema que se encartes y  fomentar cambios positivos. Tener entendimiento de lo que hablamos con ellas y cómo lo hacemos hará que nos sintamos más eficaces en algunas conversaciones. La actitud de colaboración que se establece entre el docente y las familias puede ser la conexión perfecta para promover el desarrollo integral de los/las niños/as y superar las adversidades con las que necesariamente nos encontraremos por el camino.

El objetivo es fomentar una escuela más abierta y transparente, donde la relación entre ambas facilite al niño/a su proceso de enseñanza aprendizaje, por lo tanto esta relación debe de ser cordial generando un buen clima de confianza con el objetivo de conseguir en el niño/a que disfruten de su infancia y construyan una personalidad equilibrada.

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