Hoy lamentablemente el sistema educativo, la sociedad y el sistema se encarga de ofrecernos un modelo determinado y amoldarnos a él, olvidándose de nuestra originalidad y esencia.
Como bien podemos ver en la siguiente imagen, el sistema educativo que tenemos hoy en día se encarga de imponer e inculcar unos conocimientos,sin potenciar los talentos que cada persona posee. Todo el mundo nace siendo bueno en algo, ya sea e matemáticas, en baile, en música... El único problema que existe es que desde pequeños nuestros talentos no son estimulados, puesto que nos privan de expresar nuestras preferencias.
Se ve de manera clara en esta foto, como el docente piensa que si al niño/a se ha sacado una baja calificación en matemáticas lo mejor será ponerlo en clases de matemáticas, mientras olvida la buena nota que ha sacado en dibujo, pudiendo potenciar esa virtud. Todos los niños son diferentes, algunos tendrán unas habilidades o fortalezas diferente a los demás. Lo mejor en estos casos es apoyar a estos pequeños en lo que sobresalen, puesto que también aumentarán su autoestima. Pero claro, esto no significa que deba de olvidarse de esforzarse en matemáticas, si no que si enfocamos la energía en trabajar en lo que sobresalen, se motivarán aún más y podemos lograr grandes cambios.
Es por todo esto, que tanto la familia como la escuela debe de estar al corriente de las habilidades que posee cada niño, dándole la oportunidad a ellos de ser quienes realmente quieren ser, potenciando desde pequeños sus habilidades y ambos, preocupándonos de que las vaya descubriendo poco a poco. La escuela no puede educar haciendo "copias", se debe de evaluar la individualidad de cada ser humano. Como se suele decir " todos somos buenos para algo", y podemos ser los mejores. En nosotros queda permitir que los niños/as lo descubran.
No le pongamos limitaciones a nuestros hijos/as, alumnos/as, dejemos que su imaginación vuele, y hagamos de su virtud un talento.
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