lunes, 8 de mayo de 2017

Para conseguir una buena educacion de calidad según la LOE

En un estudio realizado en la universidad de Barcelona según la LOE ( Ley Orgánica de Educación), en 2011, los datos más actuales, muestran que para conseguir una educación que se complemente equidad y calidad se debe favorecer:

“La participación de la comunidad educativa y el esfuerzo compartido que deben realzar los alumnos y alumnas, las familias, el profesorado, los cetros, las Administraciones, las instituciones y la sociedad en su conjunto constituyen el complemento necesario para asegurar una educación de calidad con equidad” 

A su vez, cabe destacar como la LOE defiende la participación como un valor básico para la formación de los ciudadanos responsables:

 “Artículo 118.1. La participación es un valor básico para la formación de ciudadano autónomos, libres, responsables y comprometidos con los principios y valores de la Constitución” 

Y es importante destacar, como la LOE regula la participación en el funcionamiento y el gobierno de los centros públicos y privados concertados:

 “Artículo 119.5. Los padres y los alumnos podrán participar también en el funcionamiento de los centros a través de sus asociaciones. Las administraciones educativas favorecerán la información y la formación dirigida a ellos”

Familia, escuela y comunidad

Familia - escuela - comunidad: Pilares para la inclusión
Rafael Bell Rodríguez, Nuria Illán Romeu, Juan Benito Martínez

Un estudio realizado por principales organismos y agencias especializadas en 2010 muestra unos porcentajes sobre la discapacidad. Unos de los datos mas relevantes es que se estima que existen alrededor de 650 millones de personas con discapacidad, de los cuales menos del 3% cuenta con algún tipo de atención educativa. Al mismo tiempo, el Banco Interamericano de Desarrollo ha señalado que entre el 5 y el 15% de la población de esa región del planeta tiene alguna discapacidad. Por otro lado, datos recientes de la UNESCO informan que más de 770 millones de personas en el mundo son víctimas de la catástrofe que representa el analfabetismo, considerando que en América Latina unos 34 millones de ciudadanos no saben leer ni escribir. A ello hay que añadir la existencia de más de 110 millones de semianalfabetos en la región. 

Nos encontramos con muchas personas con discapacidad que no tienen ningún tipo de atención educativa. Desde mi punto de vista debería existir una estrecha relación entre familia, escuela y comunidad para tener como resultado el acceso de las personas con alguna discapacidad  a la escuela, ya que todo el mundo tiene derecho a una educación y de una máxima realización personal y social.

Bibliografía: 

Bell Rodríguez, R., Illán Romeu, N., & Benito Martínez, J. (2010). Familia - escuela - comunidad: Pilares para la inclusión. Revista Interuniversitaria De Formación Del Profesorado, (69), 47-58.

Estudio realizado por García Bacete


García-Bacete (2006), a través del estudio realizado en centros escolares públicos, intentó conocer la opinión de los profesores sobre las relaciones entre las familias y la escuela. De dicha investigación se deprendió que la mayoría de los maestros estaban satisfechos con la realidad actual de dichas relaciones, dando a entender que consideraban que el papel de los padres en la vida escolar de sus hijos/as era fundamental y además un deber, pero a su vez, los profesores reclamaban que fuesen las familias quiénes colaborasen y contactasen con ellos. Esta postura final que el estudio muestra, es una de las posibles causas que generan que la relación o colaboración no siga los cauces deseables, o al menos de la que venimos hablando. Esto puede verse respaldado con las afirmaciones que se perciben de este estudio, y es que las relaciones suelen llevarse a cabo vía tutor/a, que actúa como interlocutor/a; a través de las AMPAs ó en el desarrollo de actividades extraescolares. Es decir, la situación no parece mostrar cambios significativos, en cuanto las actuaciones que en años anteriores parecían desplegarse, a lo que respecta la participación de las familias en la escuela.

García-Bacete (2003), destaca algunas razones por la que la familia y la escuela deben colaborar: 
• La implicación de las familias en los procesos de enseñanza y aprendizaje repercute desviadamente en el rendimiento escolar de sus hijos/as (Chirstenson, Rounds y Gorney, 1992; Pérez, 2004).
 • Los límites entre las vivencias que se dan en el hogar y las experimentadas en la escuela no están claros (Modelo Bronfenbrenner).
 • Los estudios sobre las escuelas eficaces, destacan que aquellos centros que ofrecen más apoyo a los padres y también a sus hijos/as, alcanzan mejores resultados, y las propias escuelas viven una mayor involucración de las familias en ellas. (Epstein, 1997; Marchesi, 2004).
 • Tras los cambios que acaecen constantemente en la sociedad, hace que cada vez, haya menos recursos para que las familias y las escuelas hagan frente a sus funciones educativas, y eso genera que aún sea más necesario el trabajo cooperativo entre ambas instituciones. (García-Bacete, 2006) 


BIBLIOGRAFÍA: 

Garcia-Bacete, F.J. (2003). Las relaciones escuela-familia: un reto educativo. Infancia y aprendizaje. 26 (4), 425-437. 
Garcia-Bacete, F.J. (2006). Cómo son y cómo podrían ser las relaciones entre escuelas y familias en opinión del profesorado. Cultura y Educación, 18 (3-4), 247-265.
Christenson,S. L., Rounds, T. y Gorney, D. (1992). Family factors and student achievement: An avenue to increase stident's success. School Psychology Quarrterly. 7. 178-206. 
Epstein, J. (1997). School, family and community partnership. Thousand Oaks, CA: Corwin Press, INC 
Marchesi, A. (2004). Que será de nosotros los malos alumnos. Madrid: Alianza Editorial.

domingo, 7 de mayo de 2017

"Educadores"




La utilización del término "educadores" no es fruto del azar ya que no podemos olvidar que antes (y también al mismo tiempo) de una asistencia más o menos generalizada de los niños a las escuelas, los preceptores e institutrices asumieron dentro del propio hogar (pero al margen de la participación directa de los padres) sus tareas educativas del "intelecto". Pero, por descontado, cuando nos situamos en el momento actual y hablamos de educadores del intelecto nos referimos casi con toda seguridad a la escuela. Lo que ocurre es que actualmente esas barreras entre 10 intelectivo y 10 afectivo, así como 10 que es tarea de la familia y la escuela son menos nítidas, aunque, como señalan Palacios y Oliva (1998), la familia y la escuela comparten la misma cultura amplia, se alimentan de un mismo sustrato histórico y se ven influidas por unos valores, actitudes y procedimientos generales compartidos. Además, familia y escuela cuidan y protegen a los niños y niñas. Por último, y muy importante, la familia y la escuela comparten una misma meta: la educación.

Recuperado de:


  • López Larrosa, S. (2003). Familia y escuela: Trabajando conjuntamente. Revista Galego-Portuguesa De Psicoloxía e Educación: Revista De Estudios e Investigación En Psicología y Educación, 9, 291-298.



Estudio sobre los obstáculos en la comunicación familia-escuela

Un estudio realizado por Jordi Garreta Bochaca en el año 2010 en el nivel de Educación Infantil y Primaria sobre los obstáculos que nos encontramos en la comunicación familia-escuela, donde ser realiza un cuestionario a los padres/madres y a los docentes. 
Se realizan una serie de preguntas, y a partir de sus respuestas se interpreta ofreciendo una serie de porcentajes de mayor o menos tamaño, dependiendo de las respuestas obtenidas. 
En estas preguntas hay cuatro grandes aspectos a destacar: 

  • Causas atribuidas a las familias. ( falta de interés de los padres, los padres no comprenden qué esperas de ellos, desconocimiento del sistema educativo por parte de los padres, falta de tiempo, bajo nivel cultural de los padres...)
  • Causas atribuidas a la escuela y sus profesionales. (El profesorado no comprende que quieren/piden los padres, currículum escolar poco flexible, falta de interés....)
  • Causas atribuidas al alumnado (los alumnos dificultan la comunicación, no hay obstáculos....)
  • Causas atribuida a las familias y profesionales (desconocimiento total del idioma de comunicación, falta de confianza....)
Los resultados obtenidos son con respecto a las causas atribuidas a las familias de un 82,7% por parte de los docentes y un 98% por parte de la familia. En las causas atribuidas a la escuela y sus profesionales obtenemos por parte de los docentes un 11,32%, y por parte de las familias un 28%. En cuanto a las causas atribuidas al alumnado tanto las familias como la escuela obtienen un 0%. Y por último en las causas atribuidas tanto a la familia como a los profesionales, por parte de los docentes es de un 3,5%, y de las familias de un 1,4%. 

Centrados en la comunicación, los obstaculos que según las familias y docentes existen son diversos, aunque principalmente en los resultados obtenidos destaca que la principal causa está atribuida a las familias. Ambos coinciden en que creen que existe una falta de interés, que no comprenden lo que espera el docente de las familias, no conocen suficientemente el sistema educativo... La familia, como podemos ver, es consciente de que la causa, en este caso, de que las familias no participen en la escuela recae sobre ella. 
En este caso, la escuela podría dar diferentes alternativas y ofrecer actividades más flexibles donde la familia pueda participar, motivarles lo suficiente, mantener una relación más cercana con ellas, realizar más reuniones... para que de este modo, las familias poco a poco se vayan sintiendo más involucradas, y a la vez les creen los docentes un mayor interés para que participen y aumente su comunicación. 

BIBLIOGRAFÍA: Garreta Bochaca, J. (2010). La educaión familia-escuela en Educación Infantil y Primaria. Revista de la Asociación de Sociología de la Educación, 8 (1),71-85. 

La educación cosa de dos: la escuela y la familia.

El siguiente fragmento de texto es de un artículo publicado por Sofía Dominguez Martínez en 2010 en la Revista Digital para profesionales de la Enseñanza: 
"El punto de encuentro entres los profesores/as y los padres y madres es evidente que son los hijo/as. Es por ello que se necesita entender la escuela en su conjunto, en su totalidad: como formador de personas sociables, cultas, activas y participativas en la sociedad. La clave para generar este punto de encuentro entre maestros/as y padres y madres es la de hacer ver la importancia de que la familia participe en la educación escolar de su hijo/a y que sin dicha colaboración se está afectando de manera notable al desarrollo global del niño/a. El centro debe provocar el interés de los padres y madres en conocer el Proyecto Educativo del centro para entender los valores que imperan en el centro y como se lleva a cabo la práctica a lo largo de la vida diaria. Para que este punto de encuentro sea real en la práctica es necesario movimientos por parte de la escuela que debe ser capaz de conseguir relaciones de participación, cooperación y formación con respecto al alumnado y las familias. Y el movimiento por parte de los padres y madres para comprender de manera global su influencia en los procesos de aprendizaje, en la transmisión de valores y en las relaciones humanas." 
 La escuela y la familia tiene que formar una unidad. Entre ambas se debe de mantener una relación abierta, de comunicación activa, de comprensión por ambas partes, flexibilidad, creando un ambiente cercano. Desde mi punto de vista, es necesario que las familias participen en la escuela, pero claro está, que es la escuela quien debe de fomentar esa participación creando actividades donde requieran o permitan la participación de los padres. Por ejemplo, se puede fomentar la participación de los padres creando excursiones donde los padres/madres puedan ir para ayudar al docente, actividades por rincones en el aula donde haya un padre/madre por cada rincón realizando la actividad con ellos, etc... Pero no podemos olvidar, que a veces son las propias familias las que no quieren participar, ya sea por falta de tiempo, desinterés, trabajo, etc... Por lo tanto, es importante que la escuela, al igual que motivan a los niños/as a aprender, motiven a las familias a que participen y les hagan ver la importancia que tendrá en la educación de su hijo/a. 

BIBLIOGRAFÍA: Domínguez Martínez, S. (2010). La Educación, cosa de dos: La escuela y la familia. Revista digital para profesionales de la enseñanza, 8, pp.1-15. 

Estudio acerca de la participación de las familias.

Fan y Chen (2001) publican un artículo titulado,  «Parental Involvement and Students academic achievement: a meta-analysis». En este artículo se incluyen 25 estudios que están publicados entre 1982 y 1997. 
Los resultados que se obtienen confirman la importancia de la participación entre la familia y la escuela. Se recogen datos en los que la participación familiar junto al rendimiento académico que dan los niños es de magnitud de efecto 0,25. Las expectativas académicas que los padres tienen sobre sus hijos es de magnitud de efecto 0,40. Se puede observar una mayor relación cuando el rendimiento académico que se exige es de forma global (0,33), es decir, cuando no se centra por áreas de conocimiento, que en ese caso, el rendimiento académico son inferiores a 0,2.

Con lo referido a la interpretación de la magnitud del efecto, la magnitud de efecto 1 correspondería a una puntuación máxima (Coe y Merino, 2003). Cohen (1969), establece los siguientes valores de referencia, con el objetivo de determinar un valor determinado:
  • 0,10= pequeño
  • 0,30=moderado
  • 0.80= grande
Por lo tanto, podemos concluir que la participación de las familias según estos datos recogidos influyen de manera directa a los resultados obtenidos de los alumnos, ya que son superiores cuanto más participación existe. 

BIBLIOGRAFÍA

Fan, X. & Chen, M. (2001). «Parental involvement and students’ academic achievement: A meta-analysis». Educational Psychology Review, 13(1), pp. 1-22.

Coe, R. y Merino, C. (2003). «Magnitud del efecto: Una guía para investigadores y usuarios». Revista de Psicología - PUCP, 21(1), pp. 147-177. 


Cohen, J. (1969). Statistical power analysis for the behavioral sciences. New York: Academic Press.